Una sencilla y deliciosa receta de cordero. El toque especial es hacerlo lentamente y haréis las delicias de cualquier paladar, en especial el de los aficionados a la carne. Como siempre intentad conseguir un buen cordero lechal que como sabéis la calidad de la carne hace el 80% del plato.
Manos a la obra. Para empezar vamos a dejar las piezas de cordero ya cortadas en una fuente de horno con un sencillo adobo el día anterior.
Para ello necesitaremos aceite, ajo, vinagre, orégano, hierbas provenzales y previamente salpimentaremos la carne.
La fuente se tapará con un papel de film y lo metemos en la nevera toda la noche.
Pasada la noche, tenemos que tener en cuenta que para que esté listo necesita unas 3 horas largas de horno a intesidad media (100º/120º) dependiendo del tamaño de las piezas, dándole la vuelta a mitad de horneado.
Una vez dada la primera vuelta regaremos el cordero con una copa de coñac que lo hará mas sabroso y dejará un dorado más fuerte y apetecible.
Mientras la carne se sigue haciendo, en su recta final prepraremos un acompañamiento básico, por ejemplo, unas patatas fritas en dados.
Cortamos patatas al gusto en dados no muy gruesos y los freimos en abundante aceite a fuego muy fuerte y conseguiremos el acompañamiento perfecto.
Disfrutad de esta receta, sinceramente está muy buena y triunfaréis en cualquier comida.
Ingredientes para esta receta (en este caso lo hemos preparado para 4 personas)
- Medio cordero lechal
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- Orégano
- Ajo
- Hierbas provenzales
- Sal
- Pimienta
- Media copa de coñac
- Patatas